Toda la población mundial ocupa solo 3,3% de la superficie terrestre. Económicamente, las regiones que suman más población a sus ciudades tienden a crecer a un ritmo más rápido. América Latina destaca por ser una de las regiones más urbanizadas del mundo, ya que 83% de su población vive en ciudades; mientras que otras regiones, esta relación alcanza en promedio un 62%.
Venezuela es el cuarto país más urbanizado de América Latina, cuenta con 47 ciudades intermedias, de más de 100 mil habitantes, distribuidas en todo el país. Su crecimiento por bono urbano debió haber sido de casi un 30% en los últimos 30 años. Sin embargo, estas expectativas no se cumplieron.
Para Juan José Pocaterra, socio fundador de VIKUA, el que Venezuela se encuentre entre los países con mayor porcentaje de urbanización, es una de las cosas que debemos poner en la lista de puntos a favor, a la hora de pensar en la reconstrucción del país y hacia donde debe dirigirse en los próximos 30 años. “Si seguimos el modelo econométrico del desarrollo urbano podríamos estar creciendo a un ritmo muy acelerado, siempre que sepamos aprovechar esta economía de aglomeración” – nos comenta.
El desarrollo de las ciudades está contemplado dentro de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de hecho, hay un objetivo específico: la creación de ciudades y comunidades sostenibles. Para Naciones Unidas es claro que lograr este objetivo impulsa el crecimiento económico, que con mitigación del impacto ecológico y especial cuidado sobre el clima del planeta, puede ayudar a reducir las brechas de desigualdad de nuestros países.
En este sentido, explica que será necesario comenzar a implementar en soluciones que ofrezcan un mejor y/o mayor acceso a la vivienda y al transporte público, con un modelo de urbanización inclusiva y sostenible, donde todas las personas tengan acceso a servicios, con reducción del consumo de energías y del impacto ambiental; además de elementos de gobernabilidad que brinden mayor acceso al espacio público.
“Aquí es donde la tecnología entra en juego” – expresa con entusiasmo Juan José. “Si no incorporamos la tecnología en este modelo de desarrollo, vamos a desaprovechar las oportunidades que tiene Venezuela por su distribución urbana. Desde el punto de vista económico, la oportunidad es gigante en el corto plazo” – asegura.
Pero ¿Qué es una ciudad inteligente?
Es posible que la mayoría de las personas se imaginen que se trate de tener muchas conexiones de wifi y drones volando; sin embargo, el concepto en realidad apunta a contar con un entorno de gobernanza para el aprovechamiento de la data y de la infraestructura tecnológica, de modo lograr un impacto positivo real sobre la calidad de vida de los ciudadanos.
La idea es colocar el foco en los gobiernos regionales y municipales y apoyar su capacidad institucional para mejorar los servicios públicos, de modo de promover el crecimiento de un mercado. De ese modo, los ciudadanos también pueden involucrarse con las soluciones. Esto habilita una serie de modelos de negocios y sostenibilidad distintos para los gobiernos locales, donde cabe la participación de las iniciativas privadas.
Entre los nuevos servicios y maneras de generar ingresos están:
En estos momentos, VIKUA concentra sus esfuerzos en Internet de las cosas para el monitoreo de contenedores de basura, de modo saber cuánto residuo se está generando en un punto de la ciudad y optimizar su recolección; Big Data, ayuda a las ciudades a reconocer y reducir los niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire; Blockchain, Inteligencia Articial. Algunas de estas tecnologías están presentes y disponibles en Venezuela.
“En resumen, se trata de abrir la oportunidad de permite la colaboración entre el sector privado y distintas agencias de gobierno para implementar tecnología de lo urbano” – señala Juan José.
Ejemplos concretos
VIKUA ha desarrollado y puesto en práctica varias soluciones para distintos gobiernos locales, en varias ciudades de América Latina. Como ejemplo, menciona el caso de las fotomultas, que tan solo en la ciudad de Medellín genera unos $38 millones de dólares al año, teniendo una población similar en tamaño al municipio Libertador. Este mismo sistema en Guayaquil genera unos $24 millones al año.
En Venezuela, se implementó el servicio de “La Wawa”, una solución de transporte para rutas específicas dentro de la ciudad de Caracas. Reserva de su viaje con el celular, horarios determinados. La tecnología es un habilitador para lograr mejor calidad de vida.
“En el caso de La Wawa, el manejo de data resultó fundamental para hacer matrices origen-destino, de modo de ofrecer un servicio inteligente, que minimice las ineficiencias. En otras palabras, orientar la toma de decisiones basada en información y no en intuiciones” – relata Juan José.
Para VIKUA la inversión en la infraestructura que permita ir digitalizando el mundo físico y el aprovechamiento de la data como componente de valor, permitirá priorizar hacia donde debe dirigirse la inversión para genere mayores eficiencias.